25 d’agost del 2010

Souvenirs


La Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona andan desesperados en busca del "souvenir catalán legítimo" que debería sustituir las flamencas y los toros de "trencadís" gaudiniano que inundan las tiendas de los pakis y los indios. Vaya por delante que yo no creo en que la iniciativa oficial pueda sobreponerse sobre las modas (ejem con la Roja, como ejemplo reciente y sorprendente) y además he vivido cómo el Distrito de Ciutat Vella hacía todos los esfuerzos legalmente posibles para expulsar de los kioscos de La Rambla un póster de recuerdo muy bonito y digno que hacía un cliente mio (esfuerzo que no se veía con trileros, descuideros y chicas de vida muy poco alegre). Pero está claro que se podría intentar "encauzar" los productos de venta o, por lo menos, proporcionarse alternativas.

No me sorprende, pero me vuelve a mostrar la torpeza oficial que en esa búsqueda del Souvenir Cap i Casal no se haya contactado con los figuraires belenistas, los artistas y artesanos más preparados para proporcionar al mercado figuras de molde, moderadamente económicas, de alta calidad y con la variedad temática que se precise. Ciertamente el sector tampoco ha mostrado mucho interés (ya, el sector son cuatro y el cabo) pero sería el gran momento para "ficar banya" en un campo diferente (y descansar de tanto pastorcillo) y romper con la temporalidad del producto, como hacen los "santonniers" desde hace más de cien años.

Existen buenos ejemplos de la interacción del mundo del pesebre con los recuerdos de viaje. En primer lugar, el que me siento más orgulloso personalmente, ya que Miguel ("Armillo") es un gran amigo y siempre he considerado a Ignacio Martínez (Tula) como un figurista que sabe buscar otros caminos en los modelos del pesebre (desde el pastor con Kapusai hasta el sacerdote con los monaguillos haciendo el belén, pasando por las procesiones de Semana Santa que ha realizado para Monzón). Ambos, en una aterradoramente eficiente unidad creativa (cuando Miguel pone la directa...) se han puesto a reproducir el Misterio de Reyes de Sangüesa, en figuras diminutas, con arquitectura local incluída, para su venta en la tienda de artesanía, decoración, regalos y recuerdos "Armillo"

http://foro.belenismo.net/forums/thread-view.asp?tid=15214&posts=8&start=1
http://foro.belenismo.net/forums/thread-view.asp?tid=6180&start=1

Como segundo ejemplo, este verano he pasado unas cortas vacaciones en Millau, en la parte alta del departamento Midi-Pyrennees. La tienda más llena del lugar era una de artesanía típica de la región, en principio una cuchillería, que vende navajas pastoriles auténticas (150€), pero también capas de pastor auténticas (500€) y maravillosas bolsas de cuero de pastor auténticas (450€) ("auténtico" pastor de Armani, está claro) En la oferta de la tienda, guantes y "poterie" (industrias típicas de Millau) y diferentes tipos de santons y figuritas, siempre referidas al mundo ganadero y pastoril, típico de la zona (de media montaña, dedicada a la cría de ovejas, grandes productores de quesos, entre ellos el Roquefort).

http://www.couteaux-du-larzac.com/
http://www.lesacduberger.com/wd150awp/wd150awp.exe/connect/sac

Allí adquirí por un precio más adecuado (46€ una pieza de 22 cm. de tamaño, terracota maciza) el pastor/santon/silvano

http://foro.belenismo.net/forums/thread-view.asp?tid=9410&start=76

de un escultor medianamente local (su estudio está a unos 50km de Millau, en otra zona diferente) que tiene como producto "estrella" sus "peregrinos de Santiago" que vende en muchas tiendas del Camino en Francia (y allí tienen muy en cuenta el Xacobeo y promocionan enormemente las etapas del Camino)

http://www.chemins-compostelle.com/objets/statuettes.html

Es posible que los franceses solamente puedan vender imanes de nevera o postales en vez de marroquinería carísima, pero lo que está claro es que no venden una sola camiseta con una reproducción del viaducto de Millau o con inscripciones vagamente obscenas; la buena oferta está allí y atrae a un buen público, aunque solamente sean mirones (todos acaban haciendo algo de gasto).

Entiendo que Barcelona y Catalunya no son tan interesantes y variadas como Millau y el Aveyron y que aquí es difícil encontrar productos artesanos característicos, ni personajes interesantes, ni siquiera fiestas o celebraciones (laicas y religiosas) tan antiguas y de tanta enjundia como el Misterio de Sangüesa, casi 110 años.. aquí solamente tenemos el Barça, a Gaudí que hacía cosas rotas (con lo que te ahorras el trabajo de tener que romperlas tú, con lo fastidiado que es eso con la resaca) playas con tías en topless, gente orinando en los parterres y urbanos persiguiendo a lateros y eso no puede generar una industria de recuerdos de calidad, es que Catalunya no tiene historia, ni tradiciones, ni cultura propia... y su gastronomía se la inventó un 7 de octubre de 1987 Ferràn Adrià, entonces ¿por qué nos quejamos de los souvenirs, los sombreros mexicanos y las figuras de Lladró falsificadas? No son más que un reflejo de lo que entendemos los catalanes que es nuestra sociedad actual, ya, una m