Cada vez que pienso en la próxima Navidad, todavía lejana a casi cuatro meses vista, pienso que es el plazo que tienen los 33 mineros chilenos para salir de su encierro subterráneo (si Dios quiere, y esperemos que así sea para todos ellos). Si tuviera talento como constructor, mi pesebre de este año sería un fragmento del túnel y los mineros orando alrededor de una "paloma" (los tubos con los que les bajan los alimentos y productos de primera necesidad) donde dentro estuviera el nacimiento, iluminada con las linternas frontales de sus cascos. Las figuras serían de Baltar o de uno de esos figuristas peruanos que tan bien retratan a sus paisanos en sus tradicionales belenes.
28 d’agost del 2010
Navidad en la mina
Cada vez que pienso en la próxima Navidad, todavía lejana a casi cuatro meses vista, pienso que es el plazo que tienen los 33 mineros chilenos para salir de su encierro subterráneo (si Dios quiere, y esperemos que así sea para todos ellos). Si tuviera talento como constructor, mi pesebre de este año sería un fragmento del túnel y los mineros orando alrededor de una "paloma" (los tubos con los que les bajan los alimentos y productos de primera necesidad) donde dentro estuviera el nacimiento, iluminada con las linternas frontales de sus cascos. Las figuras serían de Baltar o de uno de esos figuristas peruanos que tan bien retratan a sus paisanos en sus tradicionales belenes.
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