Estuve este sábado en el mercadillo del Congreso Belenista de Elx, en un viaje relámpago de un día, visita y comida en Alcoi, saludo a los figuraires de Eltx y retorno a Barcelona, mil doscientos km en veinte horas enloquecidas de coche. Luego me he entretenido estos días mirando las fotografías y los comentarios sobre el Congreso.
Dudo si escribir esta nota, porque igual levantaré una polémica que no quiero abrir, porque encuentro que estos Congresos están muy bien y que dan a su público exactamente lo que su público quiere: fraternidad, turismo institucional, misas, comilonas y lucimiento personal e institucional en esos actos tan pintorescos (y algo anticuados) de exhibición de estandartes e imposición de "corbatas". Es lógico que estos Congresos sean así, ¿quién puede permitirse cogerse cuatro o cinco días más o menos laborables y gastarse unos cuantos cientos de euros por barba? (es más, y recogiendo un comentario que hace repetidamente Agustí Térmens, es difícil que los pesebristas "currantes" puedan asistir al Congreso, ya que se hace en fechas que están ya en plena campaña) Por tanto, al Congreso van básicamente jubilados con algo de dinerito (tampoco hace falta demasiado, no hagamos demagogia "a la indignado") que, insisto, reciben muchas prestaciones por lo que han pagado.
Una vez vemos que los Congresos de belenismo hacen mucho por los congresistas, cabría preguntarse: ¿podrían hacer algo los Congresos por el belenismo? Porque enlazando con lo que he comentado anteriormente y por lo que se ve en las fotos que se han presentado, la imagen exterior que da el Congreso, lo que recibe el público no pesebrista (y los pesebristas también) es que es una excursión del Inserso tirando a beata. O un programa de "Elche, qué bonito eres" o un "Un, dos, tres" con el tema "Levante". Veo el Huerto del Cura, veo palmeras, veo bautizos de palmeras, Moros y Cristianos, veo desayunos, comidas y cenas, y ¡ah! un belén viviente y ¡un mariachi!, me alegro, porque se evitaron a la Tuna, y entre el Rey y Clavelitos... y el mercadillo belenista, que está bien, pero que impresiona poco a los catalanes, que podemos ver casi todas esas caras en cualquier momento del año.
Insisto en que está muy bien para los congresistas, que disfrutaron como camellos (elijo este animal simplemente por la relación con nuestro tema) pero... ¿divulga el arte del belenismo entre el gran público? Yo creo que no. Entonces ¿tiene alguna función dentro del propio belenismo? ¿Alguien podrá decir algún día "en el Congreso de ______ (rellenar con el nombre que se quiera)" se trató sobre esto, se presentó lo otro, se decidió lo de más allá, algo que haya sido significativo para los belenistas españoles? Pues que yo sepa, tampoco.
Enric Benavent me ha reprochado alguna vez, con mucha razón, que retrate el pesebrismo como un arte de jubilados pastando yeso, y es verdad que es un estereotipo, ya que en las Asociaciones, además de muchísimos veteranos pesebristas han gente más joven, gente muy joven e incluso niños, y en esta página podemos ver (en un excelente trabajo de recopilación y de "hacer cantera") montones de pesebres escolares que demuestran que hay futuro y que los pesebres son populares entre "la canalla". Pero el Congreso tiene a reforzar frente al público estereotipo negativo de una afición de personas mayores y perturbadoramente conservadoras.
El "anticongreso" son las manifestaciones del pesebrismo en internet, gratuitas, anárquicas, desorganizadas, antielitistas, mucho más vitales, desde el Foro de Belenismo hasta esta página, pasando por muchas otras iniciativas mundiales (el foro italiano está genial y es divertido ver el intercambio de foreros entre España e Italia, fomentado por la similitud de los idiomas).
En el Foro de Belenismo algunos se quejaban precisamente del espíritu "elitista" del Congreso, que no permitía acceder a los pesebristas "de a pie" de la zona, que no podían/querían ser congresistas, pero que se sentían excluídos. Obviamente no tienen razón, ya que la dinámica de los Congresos exigen que sean cerrados y dirigidos hacia los propios congresistas, ya que si no, el Congreso no es posible.
Y sin embargo... ¿la participación, regulada, por supuesto, de los belenistas "normales" no daría un soplo de vitalidad a una actividad bastante acartonada y claramente endogámica? Me parece hasta extraño que el Congreso, repleto como está de "foreros", no busque una complicidad en el Foro de Belenismo y en el mundo de Internet para aportar sangre nueva y algo más de "marcha".
En el Foro de Belenismo yo ya lo apuntaba y aprovecho esta tribuna para lanzar un desafío a los organizadores del Congreso de Valencia: actividades "off congreso" pero relacionadas con él y "apadrinadas" desde la misma Asociación de Valencia que sirvan para enriquecer la propuesta del Congreso y a las que puedan acudir pesebristas de la zona, o de cualquier lugar, o congresistas a los que no les interese alguna actividad concreta del Congreso, como una excursión a algún sitio que ya conozcan o una comida que no convenga a alguno que esté alto de azúcar. Estos actos no tendrían por qué ser onerosos económicamente, ya que se podrían montar en dependencias de la Asociación o en algún rincón del mismo Congreso: una conferencia, un simposio, un taller de algo...
En el Congreso de Vic (al que acudí tb de refilón aprovechado la cercanía geográfica) que más o menos estaba abierto a todo el que se pasara por el Sucre, Ignasi Carbonell reclamaba "ponencias y ponencias y trabajo" para los Congresos mientras que unos congresistas castellonenses decían que ellos querían pasearse y charlar con los restantes belenistas, pero "pasaban" de conferencias y seminarios. No veo que ambas cosas sean incompatibles, el Congreso puede ir por su lado, mientras que el "off congreso" (al estilo del Fringe de Edimburgo, donde yo he estado, y es genial) podría hacer algo de trabajo "serio" sin necesidad de grandes asistencias (no nos engañemos, una conferencia pesebrista donde acuda una docena y media de personas es algo bastante exitoso)
Me gustaría que este comentario se entendiera como una propuesta de mejora, no como una crítica destructiva, entiendo que es un poco ácida, pero bueno, he de cumplir con lo que se espera de mí. Y reconozco que "me atrevo" a escribir esto aquí, en un ambiente más local, pero que no soy capaz de hacerlo en el Foro, donde podría haber una reacción más desmesurada...
De verdad, felicidades a los organizadores de Elx, a la Federación Española y a todos los Congresistas, entre los que había buenos amigos y a los que me alegré mucho poder ver, aunque fuera tan brevemente. Y suerte para Valencia...
Dudo si escribir esta nota, porque igual levantaré una polémica que no quiero abrir, porque encuentro que estos Congresos están muy bien y que dan a su público exactamente lo que su público quiere: fraternidad, turismo institucional, misas, comilonas y lucimiento personal e institucional en esos actos tan pintorescos (y algo anticuados) de exhibición de estandartes e imposición de "corbatas". Es lógico que estos Congresos sean así, ¿quién puede permitirse cogerse cuatro o cinco días más o menos laborables y gastarse unos cuantos cientos de euros por barba? (es más, y recogiendo un comentario que hace repetidamente Agustí Térmens, es difícil que los pesebristas "currantes" puedan asistir al Congreso, ya que se hace en fechas que están ya en plena campaña) Por tanto, al Congreso van básicamente jubilados con algo de dinerito (tampoco hace falta demasiado, no hagamos demagogia "a la indignado") que, insisto, reciben muchas prestaciones por lo que han pagado.
Una vez vemos que los Congresos de belenismo hacen mucho por los congresistas, cabría preguntarse: ¿podrían hacer algo los Congresos por el belenismo? Porque enlazando con lo que he comentado anteriormente y por lo que se ve en las fotos que se han presentado, la imagen exterior que da el Congreso, lo que recibe el público no pesebrista (y los pesebristas también) es que es una excursión del Inserso tirando a beata. O un programa de "Elche, qué bonito eres" o un "Un, dos, tres" con el tema "Levante". Veo el Huerto del Cura, veo palmeras, veo bautizos de palmeras, Moros y Cristianos, veo desayunos, comidas y cenas, y ¡ah! un belén viviente y ¡un mariachi!, me alegro, porque se evitaron a la Tuna, y entre el Rey y Clavelitos... y el mercadillo belenista, que está bien, pero que impresiona poco a los catalanes, que podemos ver casi todas esas caras en cualquier momento del año.
Insisto en que está muy bien para los congresistas, que disfrutaron como camellos (elijo este animal simplemente por la relación con nuestro tema) pero... ¿divulga el arte del belenismo entre el gran público? Yo creo que no. Entonces ¿tiene alguna función dentro del propio belenismo? ¿Alguien podrá decir algún día "en el Congreso de ______ (rellenar con el nombre que se quiera)" se trató sobre esto, se presentó lo otro, se decidió lo de más allá, algo que haya sido significativo para los belenistas españoles? Pues que yo sepa, tampoco.
Enric Benavent me ha reprochado alguna vez, con mucha razón, que retrate el pesebrismo como un arte de jubilados pastando yeso, y es verdad que es un estereotipo, ya que en las Asociaciones, además de muchísimos veteranos pesebristas han gente más joven, gente muy joven e incluso niños, y en esta página podemos ver (en un excelente trabajo de recopilación y de "hacer cantera") montones de pesebres escolares que demuestran que hay futuro y que los pesebres son populares entre "la canalla". Pero el Congreso tiene a reforzar frente al público estereotipo negativo de una afición de personas mayores y perturbadoramente conservadoras.
El "anticongreso" son las manifestaciones del pesebrismo en internet, gratuitas, anárquicas, desorganizadas, antielitistas, mucho más vitales, desde el Foro de Belenismo hasta esta página, pasando por muchas otras iniciativas mundiales (el foro italiano está genial y es divertido ver el intercambio de foreros entre España e Italia, fomentado por la similitud de los idiomas).
En el Foro de Belenismo algunos se quejaban precisamente del espíritu "elitista" del Congreso, que no permitía acceder a los pesebristas "de a pie" de la zona, que no podían/querían ser congresistas, pero que se sentían excluídos. Obviamente no tienen razón, ya que la dinámica de los Congresos exigen que sean cerrados y dirigidos hacia los propios congresistas, ya que si no, el Congreso no es posible.
Y sin embargo... ¿la participación, regulada, por supuesto, de los belenistas "normales" no daría un soplo de vitalidad a una actividad bastante acartonada y claramente endogámica? Me parece hasta extraño que el Congreso, repleto como está de "foreros", no busque una complicidad en el Foro de Belenismo y en el mundo de Internet para aportar sangre nueva y algo más de "marcha".
En el Foro de Belenismo yo ya lo apuntaba y aprovecho esta tribuna para lanzar un desafío a los organizadores del Congreso de Valencia: actividades "off congreso" pero relacionadas con él y "apadrinadas" desde la misma Asociación de Valencia que sirvan para enriquecer la propuesta del Congreso y a las que puedan acudir pesebristas de la zona, o de cualquier lugar, o congresistas a los que no les interese alguna actividad concreta del Congreso, como una excursión a algún sitio que ya conozcan o una comida que no convenga a alguno que esté alto de azúcar. Estos actos no tendrían por qué ser onerosos económicamente, ya que se podrían montar en dependencias de la Asociación o en algún rincón del mismo Congreso: una conferencia, un simposio, un taller de algo...
En el Congreso de Vic (al que acudí tb de refilón aprovechado la cercanía geográfica) que más o menos estaba abierto a todo el que se pasara por el Sucre, Ignasi Carbonell reclamaba "ponencias y ponencias y trabajo" para los Congresos mientras que unos congresistas castellonenses decían que ellos querían pasearse y charlar con los restantes belenistas, pero "pasaban" de conferencias y seminarios. No veo que ambas cosas sean incompatibles, el Congreso puede ir por su lado, mientras que el "off congreso" (al estilo del Fringe de Edimburgo, donde yo he estado, y es genial) podría hacer algo de trabajo "serio" sin necesidad de grandes asistencias (no nos engañemos, una conferencia pesebrista donde acuda una docena y media de personas es algo bastante exitoso)
Me gustaría que este comentario se entendiera como una propuesta de mejora, no como una crítica destructiva, entiendo que es un poco ácida, pero bueno, he de cumplir con lo que se espera de mí. Y reconozco que "me atrevo" a escribir esto aquí, en un ambiente más local, pero que no soy capaz de hacerlo en el Foro, donde podría haber una reacción más desmesurada...
De verdad, felicidades a los organizadores de Elx, a la Federación Española y a todos los Congresistas, entre los que había buenos amigos y a los que me alegré mucho poder ver, aunque fuera tan brevemente. Y suerte para Valencia...
1 comentari:
Hernán,
Recordo haver viscut el Congreso de Madrid de l'any 1992. M'ho vaig passar molt bé perquè hi anava amb amics i el vaig viure "des de dintre", ja que coneixia els organitzadors (la família de Fernando Cruz Ávalos). I només puc dir que coincideixo amb les teves consideracions. I és que des de l'any 1992 fins avui veig que res no ha canviat.
He penjat un post sobre la Trobada. Ja veuràs que, si fa no fa, coincidim amb la mateixa idea (tot i que no amb l'estil: a mi em costa fer servir el teu estil més "àcid", com tu mateix dius).
Salutacions.
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