A La Vanguardia de dilluns dia 6 vaig llegir aquesta notícia que ocupava mitja pàgina de la secció VIVIR en Barcelona. La primera reacció va ser de preocupació pels companys pessebristes de Sant Joan Despí ja que la història que s'explica deixa mal parada l'Associació. A partir d'aquí m'han vingut al cap d'altres històries explicades per companys d'associacions que tenen problemes de relació amb les institucions que presumiblement els haurien de donar suport (parròquies, ajuntaments...), i també m'ha vingut al cap un cert discurs atrinxerador en el que sembla que tothom vagi en contra del pessebrisme.
Lluny de jutjar el fet concret de Sant Joan Despí, si que em ve al cap una vella reflexió que va a l'entorn del lloc que el pessebrisme ocupa i ha d'ocupar a la nostra societat. Certament que és un tema que fa temps que hi penso i segueixo pensant, escrivint i parlant sobre això, i una de les evidències que tinc és que l'encaix del pessebrisme a la nostra societat necessàriament ha de ser qualitativament diferent del que tenia fa seixanta anys (enmig d'una societat marcada pel nacionalcatolicisme) i també del que tenia fa trenta anys (en plena recuperació de la cultura popular i tradicional). La societat d'avui ja no s'assembla ni a una ni a l'altra.
L'aportació que el pessebrisme pot fer a la nostra societat va molt més enllà del fet concret de la construcció de diorames tècnicament perfectes. Les associacions i els pessebristes haurem de començar a plantejar-nos això, a descobrir quina és la nostra aportació a la cultura i la societat contemporània, amb una mentalitat oberta i flexible. Probablement en la mesura que ens sapiguem redefinir encaixarem millor i serem vistos com a imprescindibles.
D'altra banda i tornant a Sant Joan Despí, de vegades els entrebancs esdevenen oportunitats. Això és el que els desitjo, que sàpiguen reconduir la seva admirable tasca en unes noves condicions que pel fet de ser noves no tenen perquè ser pitjors que les anteriors.
Amb el que costa tenir mitja plana a LA VANGUARDIA...
2 comentaris:
A vegades em meravella la facilitat que tenim en embolicar la troca. Tant costa posar-se d'acord amb un tema així. I el bisbat, quin paper hi fa?
Cal anar a la grenya i amb advocats per a solucionar aquests problemes? La parròquia no té més espais si vol reciclar un espai històric com aquest?
En fi, em costa d'entendre una notícia com aquesta però com molt bé insinues estem en un canvi de dinàmica vers el pessebrisme.
Desde que leí la noticia tenía ganas de comentarla, pero no le sé encontrar una perspectiva, ya que daría la razón a ambas partes. Pero la imagen que tengo más viva es la de Joan Mestres (al que admiran más en Italia que en Cataluña), ciudadano ilustrísimo de Sant Joan Despí, enseñándome en una gran nave (abarrotada con toneladas de cajas de manzanas) su centenar de dioramas maravillosamente construidos y con sus figuras, palillos de Martí, de Carratalà, de él mismo... y de muchos otros. Y recuerdo cómo estaba yo sufriendo cuando estiraba por aquí y por allí unos enchufes, con múltiples ladrones, interruptores, yo qué sé, a ver si se iluminaba ésta o la otra parte de las grandes estanterías donde se depositaban los dioramas, y sufría porque una chispa, un cortocircuito, y todo se podía ir al garete...
Supongo que puedo confiar en las capacidades de electricista de Mestres y en la seguridad de sus líneas eléctricas, y no soy nadie para preguntarme dónde irá ese gran patrimonio, que no solamente es artístico, sino que también tiene un gran valor material. Estoy seguro de que sería maravilloso para Sant Joan Despí que pudiera exponerse permanentemente, que no solamente del FC Barcelona vive Catalunya (aunque a veces lo parezca) y que una colección de este tipo sería un gran inicio para un Museu del Pessebrisme, pero eso requiere aunar muchas voluntades y gastar mucho dinero. Claro que luego nos quejamos cuando los archivos fotográficos se van de Catalunya por la cicatería administrativa.
Yo creo que entiendo al cura, la capilla es preciosa y está en un lugar "emblemático", importante en un momento que el catolicismo compite con otras muchas propuestas para los momentos importantes de las personas, y no es responsabilidad exclusivamente suya el mantenimiento del pesebrismo en su ciudad. Claro que también entiendo a los pesebristas que se hicieron cargo de algo que igual de no ser por ellos sería una ruina o ya habría sido sustituido por un bloque de pisos. No será que no sobren en Sant Joan docenas de locales y naves vacíos y en desuso desde hace ya tiempo (la crisis industrial se ha cebado especialmente en el cinturón industrial) que, además, son propiedad de bancos, cajas o entidades más o menos públicas. Y tenemos el ejemplo de Monzón...
La Iglesia no nos ve como "unos de los suyos" y la Administración no reconoce el valor cultural. Yo creo que se tendría que insistir más en el valor recreativo del pesebrismo e intentar crear "valor añadido" mediante el incremento de practicantes, que es una vía que las asociaciones siguen poco, yo creo que por ser demasiado elitistas en la perfección de la ejecución de los dioramas. Enric va muy bien encaminado al insistir en el pesebre como manualidad artística ideal para la educación de los niños (y en los belenes escolares) pero también sería muy interesante para jubilados y como otro campo de acción de los aficionados al maquetismo (el foro de belenismo está lleno de maquetistas que además son pesebristas)y en muchos centros que utilizan las manualidades como terapia. Las Asociaciones pesebristas tendrían que integrarse como parte del tejido asociativo (nunca veo ninguna en las numerosas ferias de entidades o actos que proliferan en los municipios) y abrirse mucho más al exterior, buscando lugares donde dar formación, cursillos, información, apoyo a los aficionados... yo nos veo siempre en esa torre de (imitación de) marfil (realizada en porex recubiero de escayola) a la espera de que vengan a venerarnos por nuestras grandes creaciones, nuestra gran actuación en defensa del patrimonio y del Arte en mayúscula, y eso no pasará, dado que la auténtica percepción popular es que somos un puñado de frikis beatones que hacen unos paisajes raros con gran habilidad (buscad en la hemeroteca la referencia de Quim Monzó a la exposición de pesebres de Betlem). Apertura, simplificación de procesos, mezcla, heterodoxia, presencia pública, son conceptos a tener muy en cuenta. No solamente en Sant Joan Despí precisan repensarse y aprovechar oportunidades.
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